Vaiven

Palabras son solo palabras,
susurros que se lleva el viento
y entre melódicas miradas,
sólo nos queda el tiempo.

El ayer de mi inocente huida,
el silencio de aquel beso breve,
caminases circunstancias,
febriles de quien fuese.

Cortapisas de recuerdos,
que nos dejarán marcados;
los pasos, las canciones,
en que un día nos callamos.

Pero nada va al paraíso
ni el tiempo ni el destino.
nos dan fugaces sensaciones
en que una noche nos fundimos.

Esperazas agotadas
de sutiles oraciones,
de caminos sin brecha,
de efímeros amores.

Prohibidas alusiones simples,
orgasmos retenidos,
entre el vaivén de la marea
que nos deja confundidos.

Motivos de más

Ya no bastan las palabras,
no son suficientes los deseos,
entre buenas intenciones nos pudrimos,
entre promesas nos perdemos.

Que las palabras al aire van,
dejándonos sin siquiera aliento,
y nos sobran los motivos
para gastar o perder el tiempo.

Nos fundimos en silencio,
presos somos de ilusiones;
haciendo caso omiso descubrimos
que ya no bastan las pasiones.

Sólo vida tenemos una,
no busquemos soluciones
para marcharme, para alejarte
ya nos sobran las razones

Agonía y Desamparo...

¿Como es el dolor de una traición?
Cuando en silencio quieres gritar desesperadamente,
cuando nada es suficiente,
cuando todo es demasiado,
y buscando la salida te pierdes cual la noche,
entre los reproches silentes,
entre las cadenas que te atan a un pasado atroz
que por mas lejos que vayas,
por mas distante que huyas
jamás podrás escapar,
de esas mentiras,
de ese rencor que consume tu alma…
Pero te vuelves prisionero de una sombra inconstante
que no ve la luz del día,
por miedo a difuminarse,
por miedo a perderse entre la imagen de una palabra amorfa
que desvirtúa los sentidos.

Agonía y Desamparo

En el ocaso del día 3...
bajo el silencio delatante de la espera
caminando por calles solitarias
caminando por avenidas desiertas.

Buscando la respuesta a tu llanto
entre palabras mudas que jamás llegan
observas aquel puente austero
por el cual a caer estas dispuesta.

Y subes temblorosa 24 escalones
que acompañan el mal paso
y el vacío de los coches
lo llenará tu llanto.

Y tu sangre correrá libre
por cada milímetro de espacio
de aquella avenida fría
en que el recuerdo quedará plasmado...

Y pasará violento el tiempo
y la gente olvidará el pasado
de quien sufrió una noche
de agonía y desamparo.

Palabras Silentes

Palabras vetadas,
de silente exclamo,
que oculta y resguardan,
lo que no expresamos.

Que te quiero,
(me lo guardo)
que te vayas,
(es mi llanto)

Palabras mudas,
cruel engaño;
de sabanas frías,
de silente espacio.

De pasiones desmedidas,
entre nuestros pasados,
que te guardas
y que callo

Que por miedo o por respeto,
¡No las pronunciamos!

Camas extrañas...

¿Y que es del vacío de las camas ajenas, que no logran comprender el éxtasis de la búsqueda de la pasión?
Alguien que recrea orgásmicos sueños, delirantes aconteceres de intrigas, anhelos y erotismo humano...
Busquemos la agonía de la muerte en deseos intermitentes

Camas Extrañas

Si a mal paso de recuerdos,
de mentiras y de engaños,
busco la verdad tras los disfraces
de placer entre el pecado.

Si encuentro soledad acompañada
y me destierro como esclavo,
entre besos y gemidos
en los brazos de un extraño.

Si a mi camino de silencio,
de gritos sin reclamo;
vago sin sentido
y sin pensar en el lecho caigo.

Encontraré, sé, más tristeza
entre mis marcados pasos,
que regalan mi inocencia
en la cama de un extraño.

Gillian

Caminante

Bella sonrisa, caminante,
entre anhelos y suspiros me encuentro yo
explorando los motivos tan distantes
que algún día nuestro destino separó.

Te fuiste con la noche,
tibio vaho me quedó
cuando entre mi almohada y mis delirios
me quedo musitando mi canción

Me fui entre el silencio,
omitiendo las palabras entre el son
de mitigantes sueños,
de susurros e ilusión.

Y te hayo viajero,
peregrino de la voz,
forastero caminante,
extranjero del amor.

Identidad

Identidad

Amo la pasión profunda de las palabras,
no me culpes si no he de decir lo que quieres escuchar,
juzga mis actos, mis acciones
pero no mi forma de amar.

Déjame ser la soledad de las noches,
la agonía de tu andar,
vivo pendiente del secreto
y de la fantasía del mar.

Soy sendero por los viajes,
luminosos de esperar
y añoro la poesía fluida
de tu éxtasis hacia mi faz.

Deja que libere con mis besos,
el fruto inmaterial
de las gotas del rocío,
de los deseos sin piedad.

Cuando mis sueños te nombran

Cuando el mar no es sólo mar
y mi noche solo tuya,
cuando las ganas de llorar
son una eterna fuga.

Cuando mis labios te nombran,
cuando mis sueños son tuyos,
cuando mis pensamientos
son de ocasos profundos.

Cuando te recuerdo
cuando rememoro los momentos,
los buenos, los malos,
y los agónicos sufrimientos.

Cuando mi almohada te extraña
cuando el vaho de la noche no cubre mi sufrir,
cuando al lado de mi cama no te encuentro,
cuando muero de miedo yo sin ti.

Encierro

Ella se levantó de sobresalto, sus manos frías, su piel desnuda, caminó por la habitación en tinieblas, cuando aquella luz matutina que se filtraba por el ojuelo de la ventana llamó su atención, posó su mano en el cerco de la ventana, mientras tímidamente abrió la cortina.
Clara con cara de niña, Clara con cuerpo de mujer, Clara piensa en el porque de la vida, mientras admira ese tono difuminado del amanecer, ella se ha preguntado, si quizá haya algo allá afuera, si talvez, pudiera encontrarlo, si habrá algún motivo, algo que la ayude a buscar salvación… pero no lo hay.
Clara camina desnuda todas las mañanas, duerme y no sueña todas las noches, vive pendiente del sonido, de ese sonido, que nunca llega, de esos pasos sonoros en el piso de madera, pasos que jamás habrá de escuchar.
Cuatro paredes, una puerta cerrada, una ventana, un techo blanco, una cama, una silla, partículas grises en el aire, polvo inconcluso que sin percatarse cae, una cobija, una almohada y el deseo ferviente de encontrar una salida.
Clara lleva segundos, minutos, horas, días, meses, años buscando la respuesta del porqué, pero ella no comprende que el mayor encierro lo ha propuesto ella, se ha encerrado bajo llave, con doble cerrojo en ese abismo caótico del miedo que la consume poco a poco, de ese temor infantil que guarda dentro de su alma.
Toma un poco de agua, y ligeramente siente como el mundo va cambiando, siente ese frío intenso entrar en ella… Todo entra, nada sale… Ni ella

Anhelos

A la espera de un adiós perdido,
a la expectativa de aquella palabra que se fugó,
caigo sin prisa en el vacío
vacío que en alma me dejó.

Espero con paciencia en el camino
para hallarle rostro a aquella voz,
para salir de éste efímero comienzo
comienzo de la impúdica razón.

Sueño cada noche con el ruido,
inconstante anhelo de ilusión,
frío que atormenta los latidos,
los latidos de éste humilde corazón.

Y bajo mi almohada guardo el sonido
de aquella palabra que sucumbió,
que heló mi alma y mi deseo,
Mi deseo ferviente de tu amor.