A la expectativa, te contemplo;
variante de mí, tu fugaz mirada
me reprocha el sentido más humano,
el infernal camino hacia tu "nada".
No me toques cual cuchillo,
lacerante atravesando mis entrañas,
devuélveme el latido suave
de la sutileza que te exclama.
martes, 18 de mayo de 2010
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