Hay personas que pasan por tu vida y dejan rastro,
hay personas que jamás olvidarás,
hay quienes te piden tanto,
hay quienes sin pedir se dan.
Hay atardeceres furtivos,
hay caminatas entre el ramal;
camicaces sonrisas que se alejan,
circunstancias que no podemos cambiar.
Hay pasados insurrectos,
calcomanías que no puedes pegar,
espacios vacios y desiertos,
y migajas que caen al parpadear.
Y entre tanta banalidad absurda,
entre egoísmos y frialdad,
quedan los caminos muertos,
de quien quiere de verdad.
Y entre tantos momentos
y entre pasados que se van,
quedan solo los recuerdos,
que despojan nuestra edad.
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