Y llegué...
Bajo el manto luminoso de aquella noche fulminante,
no quise ser yo... no quise que fueses tu... pero ahí estábamos,
como dos gotas de agua, tan desiguales... tan amorfas, tan inconsistentes,
hablando banalidades de la vida, del ser, del amor...
-¿y que es el amor?me preguntaste...
Yo me quede en silencio, cautivada por la mirada distante que no se posaba en mi faz, que evitaba el contacto, el cruce de un beso etéreo...
Miraba tus gestos, tus ineludibles gestos, que me cautivaban... que provocaban la explosión en lo más intrínseco de mi alma...
-¿Y que es el amor?Insististe
No lo sé...
Pero mi corazón vociferaba ¡es esto!...
El amor es este sentimiento que me hace mirarte y querer consumir tu mirada, quemarme, fundirme en ella, entender tus silencios, tus espacios distantes, tus naufragios, tus locuras, tus porqués... tus miedos.Pero no dije nada... callé,
como siempre lo hago, por ese miedo estúpido que me congela, que no me permite ser frente a ti porque tu presencia me amedrenta, me intimida, me coacciona...
Me fui...Bajo ese manto luminoso de la noche oscura, no dije nada... no reclamaste... pero supe entonces que jamás podría hacerlo, nunca más me atrevería a decirte aquello que laceraba mi existencia, que torturaba mis deseos, mis pasiones... tu... mi mayor anhelo, mi sueño callado...
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